Ayer, otra vez me llene de gotas. Que latoso no poder recuperarse, me gustaría escribirle a él, sin embargo no lo haré, me he propuesto no escribirle en este estado. Pero admito que me gustaría escucharle decir uno de sus monólogos, una charla, de esas en donde me olvido de mí y el se olvida de mí, me vuelvo casi invisible, le escucho con atención... un infinito abrazo, quizá sea lo que requiero con cierta urgencia. Ayer, ayer me di cuenta de que más que mi muerte me da pánico la muerte de la gente que amo...
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