02050197

Con intenciones de meterme por entero a la cama, miró por la ventana la ciudad, esa misma ciudad que he habitado tatas veces, y me llega la brisa de un viento que la toca y la reviste, la visión es inmensamente bella; las luces parecen hablarle a esas nubes que pasean desconfiadas sobre esa ciudad caótica y absorbente. Es esa misma ciudad que anoche tuve a andar y a mirar desde el balcón aquel en avenida cinco de mayo. Entonces miró la compu y veo la cosa esa de que él Benedetti ha muerto, retomo mi visión de esta ciudad, la retomó y ya no es la misma, la noticia me hizo ir más para tras, me doy cuenta que no es esta ciudad la que me absorbe a mi, sino soy yo absorbiéndola a ella. La noticia me ha hecho recordar ese poema, ese alguien que con suma importancia lo transcribió en un papel, que luego me lo obsequió y que se quedó conmigo para leerlo, es un poema de ese mismo señor que no era de esta ciudad que ahora miró por la venta, no, él era de otro lado, pero está ese poema, ese sí está bien presente en esta ciudad, y recuerdo la noche de anoche y de como uno llega a cierto punto, de como uno tiene que pasar por otros tantos puntos, por otros tantos poemas, por otras ciudades que terminan siendo esta que ahora miró por la venta esta. Entonces cierro los ojos un instante y dejo que me de un poco el fresco, luego los abro y ahí esta, es esa misma visión inmensamente bella, pero ahora brilla con esos otros muchos puntos lúcidos en esta memoria mía.......

y él poema este, que queda acá, solo para transcribirlo una vez más:



Te quiero

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

M.B.