jueves

mi femineidad al vino suelto

.

una copa de vino tinto por favor, que sea una y no más, su sabor entra en mi y casi de inmediato se siente un ligero (tan-tan ligero) hormigueo en mi cuerpo, sobre todo en los brazos. Y no sé trata de un ejercito reducido de hormigas negras diminutas andando por mis pieles, no, entonces se toma un sorbo y otro sorbo, de mis labios se desprenden cosas parecidas a ideas internas o en su defecto pensamientos profundos, como quiera que sea el vino se acompaña de todas esas cosas inmortales que salen de mi. El vino suelta de mi esas cosas y yo requiero nacer en el silencio de la noche como mujer, el corazón hormiguea igual que mi mente esta despejada y tengo dolorcitos en el vientre que describo como ligeros cólicos atemporales, sí eso son, pequeños espasmos que simplemente no entienden ni de tiempos ni de ciclos y yo entiendo tan poco de mi realidad corporal, así que el vinito suelta un poco mis ojos, al fin y al cabo llueve y no se notara. Pero esta noche me suelto un tanto y las cosas toman un valor unitario completamente valioso, como valioso es que uno descubra que aquello nunca volverá a pasarle, entonces descubro el vino suelto en todo mi cuerpo, la lluvia que RealMente moja y este cuerpo que cada día voy entendiendo menos . . .


.

2 comentarios:

M. dijo...

Por más que me detengo a pensar en cómo funciona mi cuerpo, menos lo entiendo. Y si te paras a pensar en el nacimiento o la muerte, entonces menos aún...pero el vino en días como ese ayuda a fluir un poco más o a importarnos un poco menos el funcionamiento de las cosas. Hoy mejor?

mimmIqmI dijo...

mucho mejor M. en todos los aspectos las cosas van :-)

el vino ayuda, como las compañías y las lecturas saludos!!!!