Carta a Teculi:

Te encontré antes del encuentro. A sabiendas de que te miraría, mi cabeza daba vueltas y toda yo un mar de malegrías, con tres libros de poemas en la cabeza y no en el bolsillo, me fui a buscar ese dinerito para los libros, para el vino tinto (¡seco por favor!) y para estarme con vos un tiempo infinito. Aphex twin, y mares y mares de gentes, calles más que pobladas, habladurías que no nos corresponden, compras absolutas e insolubles en este centro histórico que tanto quiero, mensaje en el celular, música en una oreja y esa aparición tuya. Y encontrarte de este modo, y caminar a veces detrás, a veces delante tuyo, me hacen re-sentirme en ese sueño lúcido que tanto me gusta, y quizá tenga algo de metafísica, de magia... y me duermo y te sueño, y me despierto, y te cuento, y me cuentas, es la media noche y abrimos los ojos, hablamos de cosas, de hechos, de deseos, de ciencia, de no deseos, de nada, y te abrazo, te brazo mientras vos duermes, te miro dormir y te cuento que te quiero, que me siento afortunada, que me siento extraña, que estoy preocupada, que me gusta ese color de piel tan tuya, te repito que eres mi amor y que yo no soy tu amor pero que no importa, me visto con una de tus canciones, no quiero irme, pero tu no me quieres en tu vida, y te miro dormir y te cuento que te quiero, aunque no te lo demuestro, aunque parezca que me olvido, y me gusta saber lo mucho que te quiero y lo tranquila que me siento, y re-vivo para soltarme en tus brazos, y siempre estoy pensando en que un día de estos no vendrás, no tendremos más de esto, un sueñito lúcido que se va acabar, y pareciera que siempre estoy esperando que vos ya no regreses, y por eso procuro inventarme en otros lados, en otros sueños. Y no hay nada más rico que escucharte hablar, que mirarte, ¿nos tomamos un café? ojala nos volvamos a tomar un café, y me quedo pues, esperando que nos encontremos de este modo...

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