.
en el de.efe.
me encontré en el de.efe. con alguien de puebla,
de un pueblo de puebla, uno lejano y por poco desaparecido de la misma puebla
el tipo no se sentía del de.efe. pero tampoco se sentía de ese pueblo de puebla
tampoco se sentía de tepoztlán
ni con todo y la cantidad de banda buena vibra, se sentía de tepoztlán
le pregunté entonces por zipolite
pero tampoco se sentía de ese lugar
entonces no Oaxaca
ni tepoztlán
ni zipolite
ni el pueblito de puebla
ni de cuernavaca
ni la misma puebla
- tampoco del de.efe - aclaró
entonces lo miré con desdén y le pregunté
¿te sientes de México?
nada, tampoco
entonces; ¿sientes que eres del planeta mundo?
y el que miró con desdén ahora fue él.
Yo, entretanto miré fijamente el palacio de Bellas Artes
- siento que soy de las estrellas-
esa era su conclusión.
La luz del atardecer le pegaba al edificio de bellas artes
y las sombras provocadas apenas tocaban a los pocos transeúntes
hacia calor
tanto que sudaba
una gotita de mi sudor me resbaló por el cuello
se fue a meter en medio de mis senos.
Entonces pensé lo poco que importaba sentirse de las estrellas
o de puebla
o de tepoztlán
o de Oxaca
o del mundo.. .
Lo importante era lo otro
el estar.
Hacia calor
éramos los únicos mirando desde el mirador de la torre latino
yo sudaba,
mirábamos ese atardecer y no otro
y lo realmente importante era eso
estar
y casualmente
ese estar
sucedia en el de.efe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario