miércoles

a un solo ojo

.

en el paladar existe algo de falso, mi ojo izquierdo duele, las rodillas con moretón ambas se resienten un poco ante la carrera mañanera. Pienso, pero sobre todo siento, al final de día termino recostada sobre mi cama, por la venta se ven tan pocas estrellas y con este ojo chafa las veo menos. Extraño los cielos de invierno-primavera, de pronto caigo en cuenta que el día se me fue en extrañar, no he hecho alguna otra cosa. Pienso en las ausencias (en las concientes y sobre todo en las inconcientes), quisiera enviar correos, hablar con ella acerca de la memoria, acerca de “algo”, pero mis dedos dudan y entre las dudas y el ojito mío que hace que me aleje todo lo posible del monitor, termino por no escribir.

Extraño es reconocer lo mucho que uno extraña a la par de estar completamente seguro de no querer saber de los ausentes. El día termina en reconocer lo mucho que los extraño en este silencio reiterativo.

Al final serán quizá in.recuerdos, por eso opto por sentir, de modo absolutamente presente. Entonces siento y arrojo un meditar deseoso de cosas bonitas para esas, mis ausencias.

El ojo lagrimea, pienso en el correr del día siguiente, mi paladar falsoso está tan tranquilo. Será pues que termino esto para comenzar a modificar-lo


.

No hay comentarios: