Sí, ese estado que debiera pretender un estado de absoluto, no lo es!!. Es más bien el incestuoso estado de la dualidad, conbinatoria posible que mi humanidad hace real, y la malegría descrita por MANU CHAU, no podría ser tanta, tanta como la lluvia, no, nunca podría ser tanta esta lluvia que se nos escurre a todos, va, viene, va, por las carreteras va, y como que nos dejo con esa sensación de dejar las cosas de lado e irse bailando con eso que hemos tenido a bien llamar música...
...música de sábado que me hace meditar de la malegría mía,
sospechar que la próxima estación siempre es esperanza,
y que sigo esperando cada día, cada noche,
por más que me grite que hoy le dije adiós a los recuerdos...
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